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miércoles, 27 de mayo de 2015

FACUNDO MANES: EL DOMINIO DE LAS EMOCIONES

Facundo Manes

'Muchos votos son irracionales'

  • Este neurólogo argentino coordinó la operación de Cristina F. de Kirchner

  • Lleva años investigando los procesos cerebrales del ser humano

  • Acaba de publicar su último libro 'Aprender a usar el cerebro'







EL MUNDO, MADRID, 27 DE MAYO.


Facundo Manes, neurólogo y divulgador científico.

Dice que aprendió de Cristina Fernández de Kirchner su coraje para afrontar la adversidad. Él tuvo el cerebro de la presidenta de Argentina entre sus manos al ser quien coordinó su operación cuando en 2013 se le diagnosticó una lesión cerebral que había que intervenir y de la que salió bien. No es asombroso, Facundo Manes lleva media vida dedicado a lo que más le apasiona: el órgano que gobierna al ser humano. A su paso por Madrid, donde acaba de presentar su libro, Usar el cerebro (ed. Paidós) en plena resaca electoral, concede una entrevista a este periódico en la que logra divulgar de la forma más clara las claves de la ciencia neuronal.

¿Cree que los políticos conocen los mecanismos del cerebro? ¿Saben utilizarlos bien?
El Banco Mundial publicó este año un informe sobre mente, sociedad y conducta. En él se explica cómo decidimos los humanos. La mayoría tomamos decisiones de forma automática porque tenemos un recurso cognitivo limitado. Es verdad que a veces son racionales, deliberativas, pero eso requiere tiempo y energía y no podemos vivir siempre evaluando los pros y los contras de cada cosa. La mayor parte de las veces las decisiones son automáticas, no llegan a la conciencia, se basan en la memoria y emociones previas y cambian según el contexto. Y los políticos lo saben.

¿Quizás por eso repiten mensajes como si fueran un mantra?
Alex Todorov, un neurocientífico que trabaja en la Universidad de Princeton, hizo un estudio en el que jóvenes de Nueva Zelanda tenían que elegir fotos de personas (no particularmente atractivas). Ellos no sabían que eran candidatos a senadores y diputados en ciertos estados americanos. Sus elecciones coincidieron en más de un 70% con las de los votantes. Aunque hay gente que vota por ideología, de forma racional... hay un gran sector, sobre todo quienes ven mucho la televisión y que no saben gran cosa de política, que vota entre otras cosas por la cara, la apariencia. Muchos votos son irracionales. Además, el voto también implica frustraciones, resentimiento, admiración, odio... las emociones guían nuestra conducta.

¿Cómo utiliza Cristina F. Kirchner su cerebro?
Tuve el honor de dirigir el equipo médico que la operó. No soy cirujano, soy neurólogo, pero dirijo el Instituto de Neurociencias de la Universidad Favaloro (Buenos Aires), donde la presidenta fue diagnosticada y tratada. La verdad es que tuvo mucho coraje, aprendí eso de ella. Creo que es una persona muy inteligente que tiene características de liderazgo, está dispuesta a abandonar el pasado y trata de tener consenso social.

Mi memoria es mala, ¿tengo que preocuparme?
No. Además, en la vida olvidamos todo. Uno de los que mejor ejemplifica la importancia del olvido es un compatriota mío, Jorge Luis Borges, que escribió un cuento de un peón de campo, en él describía la tragedia de recordarlo todo. El hombre no podía aprender nada nuevo porque recordaba todos los detalles. El olvido es importante. Uno olvida casi todo en la vida. ¿Qué recordamos en general? Bueno, tendemos a recordar los momentos más emotivos. Otra vez, la emoción guía la conducta. Hoy no se da tanta importancia a recordar los hechos. Tener mucha memoria para ciertas tareas no quiere decir que se generalice esa habilidad cognitiva en otras habilidades. Además, no debemos fiarnos mucho de la memoria. Cuando uno evoca un recuerdo, esa memoria es inestable, porque se guarda con nuevos datos, y la próxima vez vamos a recordar no el hecho que vivimos sino la última vez que lo guardamos. García Márquez lo explicó bien al decir que la vida no es lo que vivimos sino como la recordamos para contarla. En cierta manera, la ciencia muestra esto, que la memoria humana es como un documento Word que cada vez que lo abrimos lo vamos modificando. La memoria se vuelve inestable.

¿Recordar sería vivir una especie de mentira?
Exacto. La memoria es el último recuerdo, no tanto el hecho que vivimos. Por eso hoy desde la neurociencia se cuestiona la precisión de la memoria en los testigos. La memoria no es fotográfica, va cambiando cada vez que recordamos.

La emoción guía la conducta pero ¿qué guía a la emoción?
Bueno somos seres emocionales. Sería imposible imaginar nuestra vida sin alegría, sin tristeza, sin recelos sin odios... Las emociones le dan color a nuestra vida mental. Nos ligan a nuestro pasado evolutivo. Darwin en el libro La expresión de la emoción en humanos y en animales fue el primero que describió bien que diferentes especies, inclusive la nuestra, compartían ciertas emociones básicas como el miedo, la ira, el asco, etc. Hay emociones que nos unen a nuestro pasado evolutivo pero otras nos separan, como la culpa, la verguenza, el orgullo, que son básicamente humanas. No sabemos todavía cómo sentimos esas emociones. Sí sabemos el proceso de la emoción, por ejemplo, en el miedo ante una amenaza aparece primero taquicardia, sudoración, dilatación de la pupila... El miedo es el cambio corporal. El sentimiento es posterior. Y lo que no sabemos es cómo los circuitos cerebrales dan lugar al sentimiento del miedo o de otra emoción.

¿Cómo podemos guiar esos procesos emocionales para primar los positivos sobre los negativos?
El disparo emocional no se puede modificar. Si yo tengo celos, o envidia u odio, es difícil cambiar la primera reacción emocional. Lo que sí se puede modificar son las consecuencias de ese disparo emocional. Eso se llama reevaluación. Mucha gente lo hace naturalmente, gente que es más resiliente, que afronta un problema, lo supera y se fortalece. Hay gente que no, que ve el vaso medio vacío, tiene pensamientos tóxicos. Para esa gente hay técnicas modernas con las que pueden reevaluar la realidad, porque hoy sabemos que no podemos modificar la realidad pero sí cómo enfrentamos esa realidad.

¿Ante personas tóxicas qué es más resiliente intentar cambiar su actitud o alejarse de ellas?
De los psicópatas, es mejor alejarse porque es difícil cambiarles. Es una buena pregunta porque uno no puede cambiar la realidad lo que puede cambiar es cómo se enfrenta a esa realidad. Yo estaría más concentrado en cómo enfrento esa realidad.

¿Es cierto que las personas que tienen algún problema mental son más creativas?
Hay algunos estudios que muestran que, por ejemplo, el trastorno bipolar se asocia con personas creativas. En la demencia frontal, donde se degenera la parte frontal del cerebro, hay casos de personas que empezaron a ser más creativas a partir de la enfermedad. Pero todos los seres humanos tenemos un potencial creativo y, en mi opinión, hay muchos cursos de creatividad que no tienen una evidencia científica fuerte porque no sabemos muy bien cómo el cerebro genera esa creatividad. Sí sabemos en qué contexto se hace más posible la creatividad.

¿Qué podemos hacer para fomentar la creatividad?
Lo primero que tenemos que hacer es estar obsesionados. En términos de creatividad, la inspiración es para amateurs. Hay que trabajar obsesivamente para que aparezca el momento eureka. Todos tenemos potencial creativo, pero hay que trabajar mucho. Ahora bien, el momento eureka aparece cuando estamos más relajados, porque el cerebro cuando no hace nada, cuando está en off trabaja mucho, incluso hay una red cerebral que se llama red del reposo. Paul McCartney pensó la melodía Yesterday durante mucho tiempo y un día durmiendo la soñó, se levantó y la escribió. Lo primero que hay que hacer para la creatividad es tener un periodo de incubación, de preparación, donde uno obsesivamente piense en algo. Porque hay correlación entre el pensamiento obsesivo y la creatividad, pero no tanto entre ésta y la inteligencia. Y luego hay que relajarse. Para crear hay que estar preparado para equivocarse y la sociedad, y la escuela en el mundo, estigmatizan el error. Steve Jobs se equivocó mil veces antes de hacer el iPhone o el iPad. Galileo también se equivocó. Hay que estar preparado para equivocarse. Pero también tiene que haber un contexto creativo. ¿Por qué Silicon valley produce más tecnología que ningún sitio en el mundo? El ambiente creativo es muy importante.

¿El estrés es bueno para la creatividad?
Cierto estrés es bueno. El problema es el estrés crónico que es malo para el cuerpo pero también para el cerebro. Hay estudios que dicen que el estrés produce atrofia del hipocampo, que es clave para la memoria.

Pero la sociedad tiende a potenciar el estrés.
Sin duda. Vivimos todo el día conectados. Los niños tienen que volver a aburrirse, a tener introspección, a imaginar. Es muy importante darle tranquilidad al cerebro.

¿Cómo podemos luchar contra el estrés?
Bueno, primero reconociéndolo. Segundo, durmiendo bien: el sueño es salud. Haciendo ejercicio físico porque el deporte es muy bueno, más que para el sistema vascular el ejercicio es bueno para generar conexiones neuronales, es ansiolítico, es antidepresivo, refuerza el pensamiento creativo. Tener vida social: la gente aislada socialmente se muere antes. Además, el estrés es mental, uno puede irse al Caribe una semana y seguir tan estresado como estaba en Madrid. Uno tiene que empezar a tener paz interior, a relajarse. La meditación o el mindfullness puede ayudar. Es un conjunto de cosas.

¿Cuáles han sido los grandes avances en el conocimiento sobre el cerebro?
Uno ha sido descubrir que el cerebro tiene un sistema de recompensa. Hay circuitos del placer cerebral que son los que secuestran la adicción. La adicción no es una debilidad moral, es una enfermedad cerebral como lo es la hepatitis para el hígado. Otra cosa que aprendimos del cerebro es que somos seres sociales, que el cerebro interactúa con los demás y se modula. Otra cosa que aprendimos es que el cerebro es plástico, la experiencia cambia nuestros cerebro. Que la emoción se ha puesto al mismo nivel que el cerebro racional y que interactúa con el cerebro racional. También el haber descrito ciertos mecanismos de la memoria y del olvido. Hay avances que parecen ciencia ficción hoy: Se puede registrar con electrodos ciertos pensamientos básicos del cerebro y en un futuro quizás se va a poder ayudar a personas que no pueden mover su cuerpo pero que tienen el cerebro intacto mediante sus pensamientos.

Pero eso ya pasa.
Sí, pero con movimientos simples. Eso se puede complejizar. En síntesis, hay muchos avances de la neurociencia pero también hay límites. Uno de los desafíos que tenemos es poner límites a muchas imaginaciones que surgen del cerebro. Todavía no tenemos idea de cómo funciona el cerebro. Sabemos algo de la memoria, de la toma de decisiones, de la emoción pero no tenemos una teoría general sobre el cerebro. Y tampoco tenemos ideas de cómo los circuitos neuronales dan lugar al sentimiento personal, íntimo privado que tiene cada uno de nosotros.

¿La divulgación de estos avances es importante?
Sí, porque todo lo que hacemos, lo hacemos con el cerebro y los avances en neurociencia van a impactar en la educación, en la ley, en la economía, en la política, en la economía, en la filosofía. Los avances de la neurociencia no pueden quedar restringidos a los científicos o a los laboratorios, tienen que ser conocidos por la sociedad. Por eso no sólo el trabajo nuestro sino el de vosotros los periodistas es muy importante para que la sociedad empiece a debatir estos temas que van a tener muchas implicaciones éticas y morales.

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