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domingo, 10 de febrero de 2019

UN PRESIDENTE "MILLENNIAL" EN CENTROAMERICA

Nayib Bukele, el presidente electo de El Salvador, alcanzó su objetivo de gobernar el país con la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) después de dedicar seis años de su vida a la política local como alcalde de la mano del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Nayib Bukele, el presidente electo de El Salvador, alcanzó su objetivo de gobernar el país con la derechista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA) después de dedicar seis años de su vida a la política local como alcalde de la mano del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).


Las discrepancias de Bukele con la cúpula de la formación de la exguerrilla terminaron con su expulsión en 2017, año en el fundó Nuevas Ideas, movimiento que intentó legalizar como partido político, pero no cumplía las exigencias de la Ley Electoral. En el último minuto, el ahora presidente electo optó por la única posibilidad que le quedaba: tratar de buscar la presidencia de la mano de GANA.

Tras los escándalos con el TSE y Arena, el político de 38 años anunció en julio pasado que buscaría la Presidencia con el derechista GANA. 'No fue una venta de principios, el que diga eso no me conoce y no sabe hasta donde estoy dispuesto a sacrificarme por no defraudar la esperanza de millones de salvadoreños', dijo Bukele durante una transmisión en vivo a través de redes sociales.

'Para los que piensan que algún personero de GANA nos podrá manipular, les recuerdo que ni toda la cúpula del FMLN junta pudo en algún momento manipularme, muchos menos podrá GANA', sentenció el ex alcalde de ascendencia palestina.

El ex alcalde de San Salvador y Nuevo Cuscatlán, está casado con Gabriela Rodríguez. Nayib nació el 24 de julio de 1981. Es un empresario millonario que inició su primera empresa, una agencia de publicidad, a los 18 años.

Bukele proyecta una imagen fresca en la política salvadoreña. El político cuenta con el respaldo de gran parte de los votantes jóvenes y de clase media de ese país. Con más de un millón de seguidores en Facebook, medio millón en Twitter y unos 300 mil en Instagram, sus transmisiones en vivo rompen récord de audiencia, al igual que sus mitines de campaña.

Tras ser expulsado del FMLN, Bukele fue demandado por calumnia y violencia machista, procesos de los que se burla en sus redes sociales donde defiende su inocencia.

Bukele ha llevado su campaña a redes sociales, donde el candidato de Arena, Carlo Calleja, es su blanco favorito. Esta semana viralizó el hashtag 'devuelvan lo robado, ladrones' contra el partido del expresidente Antonio Saca, quien reconoció un millonario desfalco al Gobierno de El Salvador.

Los más de 5,7 millones de salvadoreños convocados a votar en las elecciones, sextas desde la firma de los Acuerdos de Paz (1992), se enfrentaron a una nueva campaña política que ha tomado como 'trípode' las redes sociales, en las que poco o nada puede intervenir el TSE.

Como alcalde de San Salvador, Bukele no ocultó su ideología populista. Sus logros en el poder de una de las ciudades más violentas del mundo fueron destacados por medios internacionales.

Entre sus mayores logros en la alcadía de San Salvador destaca la Revitalización del Centro Histórico, proyecto reconocido por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

En su paso por la alcaldía de la capital salvadoreña, Bukele se identificó con los 'millenials', al grado de proyectar en la plaza El Salvador del Mundo una película de la serie animé Dragon Ball, participar en competencias de paintball o de juegos mecánicos extremos.

El presidente electo estudió derecho en la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) de San Salvador, aunque sus oponentes en campaña le cuestionaron que no logró graduarse por dedicarse desde los 18 años a trabajar en una empresa de su padre.

Pese a los ataques de ARENA y el FMLN, Bukele anticipó que acabaría con el bipartidismo ganando las elecciones, para dejar 'atrás la postguerra de una vez por todas´.

El nuevo mandatario afirma que el mayor reto para el próximo Gobierno de El Salvador será la juventud y saber valorar el 'bono demográfico', lo que solo se puede cumplir con una 'inversión masiva'.