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domingo, 29 de noviembre de 2015

CUMBRE MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE EN PARIS

Cambio climático: 12 claves de la cumbre de París

195 países intentan cerrar un protocolo global contra el calentamiento del planeta

 DIARIO EL PAISMadrid 24 NOV 2015

Cambio climático. Cumbre de París. COP21
Los representantes de 195 países, la mayoría de los Estados del mundo, se reúnen en la cumbre del Clima de París entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre. En este encuentro se tratará de cerrar el primer acuerdo global para intentar frenar el cambio climático.
¿Qué es el cambio climático?
Los llamados gases de efecto invernadero, principalmente el dióxido de carbono (CO2), se acumulan en la atmósfera e impiden que las radiaciones infrarrojas que emite el planeta al calentarse salgan al espacio. Esto hace que la temperatura del planeta suba. Estos gases siempre han estado presentes en la atmósfera. El problema, según el consenso científico (casi absoluto), es que las actividades humanas han contribuido a romper el equilibrio existente. La industria, el transporte y los usos del suelos han aumentado la concentración de estos gases. Según la según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó en 2014 las 397,7 partes por millón (ppm). Antes de la Revolución Industrial era de 278 ppm.    
¿Qué consecuencias tiene el cambio climático?
Los científicos del grupo IPCC de la ONU señalaban que si el ser humano continúa con el ritmo de emisión de gases sin tomar medidas de mitigación la temperatura media global subirá entre 3,7 y 4,8 grados en 2100 respecto al nivel preindustrial. Además del aumento de la temperatura y del nivel del mar, los científicos sostienen que también afectará a los fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías y ciclones. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE UU ha analizado 28 fenómenos extremos registrados en el planeta en 2014. Y concluye que en 14 casos el cambio global ha hecho que sean más probables o más fuertes.
¿Se puede revertir?
Los científicos del IPCC advierten de que ya existe un cambio climático comprometido debido a los gases de efecto invernadero que el hombre ha emitido, sobre todo, desde la década de los setenta del siglo pasado. Esto hace que no se pueda impedir que la temperatura media global aumente. La opción que dan es limitar ese incremento a dos grados en 2100 respecto a los niveles preindustriales, para evitar así grandes desastres naturales.   
¿Qué es la COP21 de París?
La vigésimo primera Conferencia de las Partes (COP21) es la cumbre en la que se sientan los 195 países firmantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). En este tratado internacional, que data de 1992, se reconocía la importancia del calentamiento global. Pero ese texto tenía que desarrollarse con medidas concretas. 
¿Qué es el Protocolo de Kioto?
El Protocolo de Kioto, de 1997, fija las metas concretas de reducción de gases que tienen que acometer los países desarrollados. Pero, finalmente, solo vinculó a 37 Estados, de los que 28 pertenecen a la Unión Europea, y que representan el 12% de las emisiones globales. Fuera se quedaron las principales potencias emisoras: China, al no estar dentro del grupo de países desarrollados, y EE UU, que no ratificó el protocolo. Kioto entró en vigor en 2005 y, tras diez años de aplicación, ha conseguido una reducción del 22% de las emisiones en los 37 países firmantes, muy por encima del 5% fijado como meta. Pero al no estar las principales potencias, las emisiones globales han seguido creciendo. Entre 2000 y 2010, por ejemplo, se incrementaron un 24%.  
¿Qué se discute en París?
Un protocolo que sustituya al de Kioto y que se empezaría a aplicar a partir de 2020. En este caso, la intención es que los 195 firmantes lleven a cabo políticas de mitigación, es decir, reducciones de emisiones. Además, se espera que se fije como objetivo que, a final de siglo, la temperatura global no supere los dos grados, aunque los Estados más expuestos (como los isleños) quieren bajar esa meta a 1,5 grados.
¿Qué fórmula se ha elegido?
El tratado no impondrá metas individuales de reducción de CO2. Para intentar no repetir Kioto, con un alcance muy limitado, se ha optado por otra fórmula: que cada país voluntariamente presente compromisos de reducción de emisiones, tanto los desarrollados como los que no lo son. A unos días del inicio de la cumbre, más de 170 lo han hecho. Entre ellos figuran todas las principales potencias económicas del mundo. 
¿Son suficientes los esfuerzos presentados?
No. Según las estimaciones realizadas por la ONU, al extrapolar los compromisos voluntarios (en los que los Estados fijan metas para 2025 y 2030) el resultado es que la temperatura a final de siglo subirá como mínimo 2,7 grados, aunque otras organizaciones e instituciones hablan de hasta cuatro grados. De hecho, la previsión es que hasta 2030 las emisiones sigan creciendo, aunque a un ritmo menor que en las últimas décadas. Algunas potencias, como la UE y China, proponen como solución ante esta brecha que esos compromisos individuales se vayan revisando al alza cada cinco años e ir acercándose a la meta de los dos grados.
¿Será vinculante el protocolo de París?
Este puede ser uno de los puntos más complicados en la cumbre de París. La UE apuesta por un protocolo con apartados vinculantes. Por ejemplo, que lo sean los compromisos de reducción de emisiones que cada país ha presentado voluntariamente. Sin embargo, la Administración de Barack Obama podría tener problemas, como ya ocurrió con Kioto, para que el Congreso y el Senado ratifique un protocolo legalmente vinculante. La UE ha renunciado ya a que se incluyan sanciones, al considerarlo un elemento que puede disuadir a algunos países a la hora de firmar el acuerdo.
¿Qué es la adaptación?
Además de mitigación, en la cumbre también se discuten políticas de adaptación, es decir, medidas para que los países más vulnerables puedan prepararse para el cambio climático. Para ello, está prevista la creación del llamado Fondo Verde para el Clima, que a partir de 2020 cuente con 100.000 millones de dólares anuales. ¿Quién debe aportar? Esta puede ser otra de las dificultades en París. En teoría, solo los países considerados desarrollados. Pero fuera de esa categoría se quedarían potencias como China.
¿Habrá acuerdo?
Es complicado aventurarse. En 2009, con la cumbre de Copenhague, se levantaron expectativas parecidas a las de París y se fracasó. En esta ocasión, al margen de que las señales del cambio climático se han acentuado, parece haber una implicación mayor de las principales potencias, del G20 en general y de China, EE UU y Alemania en particular. Los líderes de estos tres países han situado el cambio climático en su agenda durante el último año. 
¿Y si no hay acuerdo?
Si no se cierra, o se cierra un pacto poco ambicioso, no significará que la lucha contra el cambio climático se pare. Muchos de los compromisos voluntarios de reducción de emisiones ya los contempla cada país en su legislación nacional. Sería el caso, por ejemplo, de la UE, que se ha fijado unas metas concretas para 2030 al margen de la cumbre. Si no hay acuerdo, quizás, la peor parada sería la ONU y la idea de que un problema global como el cambio climático puede tener una respuesta también global.

lunes, 23 de noviembre de 2015

MACRI PRESIDENTE: CONTRA TODO Y CONTRA TODOS

Fotos de Mauricio Macri

Se acallan las voces y bocinazos en una de las ciudades más importantes del interior del país, en ese cinturón de provincias centrales y ricas, donde la coalición Cambiemos sacó la mayor diferencia de votos que le permitió compensar la brecha que le sacó el oficialismo K en el norte y sur del país, en el inédito ballotage presidencial del 22 de noviembre de 2015. 

Sin embargo, se escucha a lo lejos, un grito femenino de un "viva Perón carajo" y hasta un "viva Cristina", lamentando la derrota, de la misma manera que en la televisión, horas antes, los famosos militantes (rentados) de los que siempre alardeó el kirchnerismo, mostraban sus rostros desencajados, entristecidos por la derrota. Es el lamento de un país que se va pero que se resiste a irse. 

Es casi la mitad de la Argentina, una sociedad que pretende vivir de manera desequilibrada, en aras de no sacrificar "lo logrado", como si ello no tuviera correlato en productividad alguna ni en esfuerzo equivalente. Es una mitad que vive en provincias feudalizadas, con caudillismos espantosamente retrógrados, que se financian con el sector productivo del país -el campo- o rentas petrolíferas. Es una mitad que vive en el Estado, amparada por regímenes laborales y sindicales que tampoco tienen lógica, excepto su consolidación histórica, obtenida al amparo de prebendas y hegemonismo gremial, en clara violación de las normas de la propia OIT. Es esa mitad de la Argentina que votaría con miedo "a perder", la misma que pierde día a día con indignidad, el poder de su salario y su calidad laboral, pero que acepta ser rehén de sus jefes paternalistas y manipuladores, aunque éstos cínicamente, les dicen en sus caras y en cadena nacional, que los "empoderan". Es la mitad que legitima semejante dependencia, en nombre de una liturgia peronista, que sólo tiene de peronista, eso, la simbología, porque todos sabemos que sus líderes se han enriquecido fastuosamente, como si fueran capitalistas salvajes, abjurando de toda vocación igualitaria o solidaria. Pero esa mitad estuvo esta noche, a punto de ganar una vez más. Scioli, quien no siendo el candidato predilecto del kirchnerismo, encarnó dicha franja, la asustó aún más en las últimas semanas, abroqueló a sus militantes, incluyendo a fuerzas satelitales como los sabbatellistas, los socialistas de Binner y hasta cierta izquierda culposa frente al peronismo y a punto estuvo de revertir lo que anticipaban las encuestas, otra vez, erróneas. 

Enfrente, el ganador. Un Macri que tuvo muchos altibajos en la larga campaña anual, que seguramente mordió el polvo de la derrota provincial de junio en Santa Fe, se recuperó y volvió a creer en sí mismo en la primera vuelta y ballotage de CABA y pasó a tener una enorme transformación espiritual y anímica que le inyectó seguramente el contacto personal con la gente en la campaña duranbarbista del timbreo y remontó vuelo, hasta lograr lo que parecía imposible con semejante contrincante social como el descrito, en enero de este año. Redobló la apuesta y consiguió 4 millones de votos más, logrando la exigua diferencia que lo convertirá en el próximo Presidente de los argentinos. Todo es mérito suyo. Tuvo que enfrentar a propios, logrando amalgamar esa difícil convivencia con los radicales y Carrió y lógicamente, a extraños: el gobierno nacional y el sciolismo y sus aliados coyunturales oportunistas. Pero sobre todo, al miedo colectivo.

Quedará para otro capítulo de la historia argentina, los por qué. Por qué un Scioli que ganaba de manera relativamente de manera cómoda a principios de año, terminó perdiendo, dilapidando el capital político del kirchnerismo y por qué Macri, por el contrario, pudo remontar vuelo contra todo y contra todos. Fue el peso de Cristina? fue el estancamiento económico de los últimos cuatro años? el cepo cambiario? el hartazgo social ante semejante ciclo político tan duradero? Todas esas preguntas, ante una realidad más polarizada de lo previsto, pueden también tener su contracara para muchísimos argentinos y por lo tanto, no pueden ser interpretadas con eficacia. 

Ante una diferencia tan exigua, y al revés del caso Brasil, donde el oficialismo le ganó a la oposición, por tan poco margen, habrá que caer en los factores individuales y colectivos, más que en los estructurales. No descarto que haya que estudiar más a fondo, las cualidades de temperamento y templanza de cada líder. Tal vez, las que sobreestimó Scioli y las que mensuró correctamente Macri, aun partiendo de su propia herida en el orgullo, propinada inicialmente por su propio padre. También queda para otra jornada, evaluar la actitud de la sociedad argentina. Tal vez, haya que remitirse a las sensaciones o estados de ánimo. Fue finalmente, delgada, la línea que separa a los que se animaron versus los que no lo hicieron y terminaron apegados a sus miedos. Pero esta vez, la audacia ganó. Ojalá que esa energía positiva y osadía, nos sirva para madurar y encontremos entre todos, la posibilidad de recuperar al país, en todo sentido. Porque Macri, que a partir de mañana, contará con un crédito enorme, aún así, la necesitará, para terminar de convencer con su gestión, a esa mitad temerosa y cobarde, que se resiste a morir.

viernes, 13 de noviembre de 2015

LE PLUS IMPORTANT EVENEMENT TERRORISTE A PARIS, DEPUIS LES ATTENTATS A NEW YORK

Au moins 18 morts (mais sans doute beaucoup plus): c'est le premier bilan d'une série d'attaques simultanées dans les Xe et XIe arrondissements de Paris, ainsi qu'autour du stade France, où se déroulait le match France-Allemagne.

En un país como Francia, bajo alerta máxima desde enero pasado (recuérdese Charlie Hebdo), al menos, siete ataques simultáneos con enorme sincronización y preparación logística previa, sobre centros poblados -distritos (arrondissements) 10 y 11 de París- y lugares emblemáticos y concurridos en un viernes otoñal agradable: una sala de conciertos con una banda californiana, un restaurante americano de comida rápida y otro camboyano y hasta un amistoso internacional de fútbol entre las poderosas selecciones nacionales, la local y la alemana, campeona mundial, con el Presidente Hollande (evacuado) en el Stade de France. Tras Torres Gemelas, Atocha y Londres, este ataque de París, con 127 muertos, tres centenares de heridos (80 graves) y durante un breve lapso, un centenar de rehenes, que deparó una larga y angustiosa noche al estilo del ataque al Teatro Dubrovka en Moscú de 2002, puede haber significado el debut de la reciente y siniestra alianza entre la revigorizada Al Qaeda y la muy vigente ISIS, lo cual pondría en jaque, una vez más, todo el sistema de seguridad europea y occidental en pleno corazón de Europa. Resulta claro, que el ataque tiene como núcleo central, la demostración de fuerza por parte de las células terroristas, en represalia por la operación aérea de franceses en Siria.

Los servicios de rescate cerca de los cuerpos cubiertos fuera de un restaurante Tras un tiroteo en París, Francia, 13 de noviembre de 2015. REUTERS / Philippe WOJAZER


Investigadores de la Policía francesa trabajan en el exterior de uno de los establecimientos atacados durante los atentados yihadistas de París. REUTERS



martes, 10 de noviembre de 2015

CUENTA REGRESIVA AL BALLOTAGE INEDITO EN ARGENTINA

Asomando al final de un largo año electoral, a prácticamente 10 días de la segunda vuelta presidencial del 22 de noviembre, merecen efectuarse tres reflexiones. La primera, orientada hacia quien se perfila como el gran protagonista de la jornada, hoy, el candidato que seguramente ganará y se pondrá la banda presidencial el 10 de diciembre. La segunda, tiene relación con quien, parece, no se recupera del knock-out técnico propinado por las urnas, en la primera vuelta del 25 de octubre. La tercera, se vincula con la herencia del kirchnerismo, tras 12 años en el poder. En las dos primeras, prevalecen las sensaciones y en la tercera, queda al desnudo, con crudo realismo, toda la vulnerabilidad del actual "modelo".

Macri es otro, en las últimas semanas (tal vez, en los últimos meses). Como quedó exhibido ayer en el acto de despedida de su campaña, en Rosario, tras la gira iniciada en el día por Paraná y Santa Fe, en un acto cuantitativa y festivamente muy superior al acto que congregó sólo militantes en setiembre pasado en un boliche bailable de la ciudad, se advierte un enorme entusiasmo renovado de sus adherentes. Pero ese fervor es contagiado por el propio candidato. Qué lejos quedó aquel frío y dubitativo Macri de la cena de la Fundación Libertad, en diciembre de 2014. Este es otro MM. Gesticula, mueve sus brazos, muestra sanguinidad, grita, se enrojece nerviosamente, mira a todos sus interlocutores, se emociona, memoriza a las personas que se han contacto con él a lo largo de su campaña, arenga a la manera de un pastor evangelista y logra la adhesión de sus "fieles" como verdaderos conversos, con un unánime "Sí, se puede". Clases sociales variadas, en la forma de una marea más valiente que nunca y hasta, dirigentes y militantes partidarios que uno no imaginaba, semanas o meses atrás, por ejemplo, los radicales, "aliados" de los socialistas en la Provincia de Santa Fe, entre los muchos asistentes al acto, demostrando su apoyo a un líder que ya excedido con creces, el "amarillo puro" del inicial duranbarbismo y se perfila como una especie de Alfonsín postmoderno, convocando a la "unión nacional", hoy devenido en un singular "estoy con vos".

Del otro lado, es todo sorpresa, incomodidad, improvisación, apuro, hasta inautenticidad. Scioli en menos de 15 días, ha pasado de un "Scioli más Scioli", que no se conoce a ciencia cierta, qué es, hasta un papel de CFK en la campaña que tampoco queda claro, pasando por una campaña del miedo, burda, extemporánea, contradictoria. Sólo el debate del 15 próximo, podría torcer la historia, si Macri se equivoca o, del lado de Cambiemos, se comete algún error de campaña, al estilo del caso Niembro. No parece ser la reproducción del caso Dilma, la que salve a Scioli, sencillamente porque las condiciones son muy diferentes con el ejemplo brasileño. Quedará para el análisis a posteriori, por qué un candidato que tenía ganada la elección en enero del año, la termina dilapidando: qué factores ajenos pero sobre todo, propios, que lo han conducido al actual abismo.

Finalmente, la herencia. Sin dudas, que la macroeconomía post K, no será sencilla de desanudar, máxime considerando todos los reajustes estructurales que deben hacerse sobre la sociedad argentina y que se han venido postergando desde hace tiempo, en aras de evitar "sufrimientos quirúrgicos", sin impedir el masivo "sufrimiento crónico" (inflación, distorsiones de precios relativos, subinversión). Pero creo que el efecto Macri, con su cambio rotundo de expectativas sobre los mercados, le da al hipotético ganador, una suerte de "cheque en blanco" mayor que el habitual en estos casos. No es ésa entonces, la herencia que más preocupa. Sí lo es, esa especie de tutelaje que deja el kirchnerismo en no pocos sitios de la estructura estatal. Miles de contratos a último momento, pases a planta permanente, funcionarios que se "atornillan" a sus cargos, usurpaciones de terrenos "liberadas", la no recolección de residuos, son indicadores de una gestión en fuga desprolija, pero que deja "tierra arrasada", al estilo de los rusos con la Moscú abandonada a las tropas napoleónicas o para dar un ejemplo, más vernáculo, el Exodo jujeño. Irresponsabilidad mayúscula, nepotismo, arbitrariedad, carencia de visión estratégica en el poder, cortoplacismo, vocación patrimonialista, por doquier. Qué podrá hacer un eventual gobierno de Cambiemos con este panorama, es una incógnita pero resulta claro, que se requerirá de mucho apoyo colectivo y consenso legislativo para resolver estos curiosos cerrojos que deja una administración que se preció de ser la única referencia "nacional y popular".


domingo, 8 de noviembre de 2015

EL FENOMENO BEN CARSON

ELECCIONES ESTADOS UNIDOS 2016

Ben Carson, un neurocirujano sometido al bisturí

El ascenso del aspirante republicano atrae el escrutinio sobre su vida

 Washington DIARIO EL PAIS, Madrid,8 NOV 2015

BEN CARSON tenía 14 años cuando intentó clavar un cuchillo en el vientre de un compañero de clase. Por suerte, la hebilla del cinturón paró el golpe y el amigo se salvó.
Después de una infancia de pobreza y violencia en Detroit, Carson sustituyó el cuchillo por el bisturí y se convirtió en una eminencia de la neurocirugía pediátrica, famoso por ser el primero en separar con éxito a dos gemelos unidos por la cabeza. Relata el episodio del intento de acuchillamiento en su autobiografía, Gifted Hands (Manos prodigiosas).
Carson es candidato para la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de noviembre de 2016. En los últimos sondeos supera al magnate Donald Trump, favorito desde que irrumpió en la campaña a principios del verano con su retórica populista.
Lo habitual es que un candidato intente ocultar los episodios vergonzantes de su pasado y se irrite cuando los periodistas intentan revelarlos. Con Carson, de 64 años, ocurre lo contrario. En vez de ocultar sus fechorías, las exhibe. Son sus medallas: refuerzan su biografía ejemplar de pecado y redención.
Esta semana se ha enfrentado a la prensa porque ésta desconfía de su versión sobre el intento de acuchillar al compañero de clase. Y él se esfuerza por demostrar que sí, que todo ocurrió de esa manera, que, en contra de los que afirman sus rivales, él fue un auténtico delincuente juvenil.
Es cíclico. Cuando un candidato que no está entre los favoritos empieza a subir en los sondeos, los periodistas se lanzan en una competición por escarbar, no en su programa electoral sino en su biografía, en sus fallas morales, lo que aquí llaman el carácter, la integridad personal. Después, suele desparecer. ¿Quién recuerda hoy a Herman Cain, el empresario pizzero, afroamericano como Carson, que hace cuatro años lideró efímeramente los sondeos de los aspirantes republicanos?

El diezmo bíblico

El doctor Carson, miembro de la Iglesia adventista del séptimo día, combina un tono calmado, casi anestesiado, con un discurso fieramente conservador que excita a las bases más radicales del partido y atrae a los votantes evangélicos, un electorado clave. Compara los Estados Unidos de Barack Obama con la Alemania nazi, y el derecho al aborto o la reforma sanitaria impulsada por el demócrata Obama con la esclavitud. También sostiene que un musulmán no puede ser presidente de este país. Cuando, en los debates, los moderadores le preguntan por la viabilidad de su plan económico —un diezmo de inspiración bíblica: un tipo impositivo único del 10% para todos los contribuyentes— se enreda con respuestas vagas.
Carson es el hombre del día en la campaña republicana —con el ritmo frenético de las redes sociales y las noticias al minuto, los hombres o mujeres del día se suceden a velocidad vertiginosa— y nada escapa a la lupa de los sabuesos.
La cadena CNN investigó el posible apuñalamiento y no encontró nada. El diario Politico indagó en la supuesta beca que, según cuenta Carson en su autobiografía, la academia militar de West Point le ofreció. Y ha descubierto que la oferta, nada menos que del famoso general William Westmoreland, nunca fue formal: no consta en ningún registro. En realidad, West Point ni siquiera ofrece becas porque la educación allí es gratuita.
No está claro que las imprecisiones en su biografía afecten al doctor Carson. Se ha escrito que esta campaña desafía las leyes de la gravedad política. Así es. Trump ofendió a las mujeres, a los excombatientes, a los latinos y a periodistas estrella conservadores. En vez de hundirse en los sondeos, como indicaría el sentido común y los antecedentes, su popularidad se disparó.
Cuando faltan tres meses para el inicio de las primarias que elegirán al nominado republicano, Trump sigue en lo alto, junto a otro novato en la política como Carson. ¿Qué puede hundirles?
Un gobernador de Luisiana dijo una vez: “Sólo podría perder esta elección si me pillan en la cama con una chica muerta o con un chico vivo”. Las normas antiguas ya no valen.

La fuerza de los republicanos negros

En la campaña para las elecciones presidenciales de 2016, el Partido Demócrata es el que apela a las minorías, pero el Partido Republicano, percibido como un partido de hombres blancos, es el más diverso. Entre sus candidatos tiene a dos latinos (los senadores de origen cubano Marco Rubio y Ted Cruz), a un latino de adopción (Jeb Bush, casado con Columba, que nació en México) y a un negro, el neurocirujano retirado Ben Carson.
El primer senador negro tras la era de la segregación fue un republicano, Edward Brooke, elegido en 1966. El primer secretario de Estado negro fue un republicano, el general Colin Powell, en 2001. Y el segundo, Condoleezza Rice. Ambos, nombrados por el presidente republicano George W. Bush. El único miembro negro del Tribunal Supremo, Clarence Thomas, es uno de los más conservadores.
Pocas cosas gustan tanto a las bases republicanas como escuchar a un afroamericano denunciando las políticas del primer presidente afroamericano, Barack Obama. Es parte del atractivo de Carson: deshace las acusaciones de racismo. Que funcione con el electorado negro, el más fiel al Partido Demócrata, es más improbable.


sábado, 7 de noviembre de 2015

HISTORICO ENCUENTRO ENTRE CHINA Y TAIWAN

China ofrece más voz internacional a Taiwán si descarta la independencia

Los líderes de ambos lados del estrecho de Formosa se reúnen en Singapur por primera vez desde el fin de la guerra civil en 1949

 /  Pekín / Hong Kong 7 NOV 2015

presidente chino, Xi Jinping, y el taiwanés, Ma Ying-jeou, mantuvieron este sábado un encuentro histórico en Singapur en el que ambos apostaron por el pragmatismo para lograr encauzar las difíciles relaciones entre ambos territorios. Los dos líderes reconocieron las evidentes diferencias políticas entre Gobiernos, pero se emplazaron a consolidar los consensos del año 1992 -origen de los pocos acuerdos que han alcanzado después del fin de la Guerra Civil en 1949- para mejorar los intercambios bilaterales. También encontraron un enemigo en común: el independentismo.
"Somos una familia. No importa por lo mucho que hayamos pasado en ambos lados del estrecho, nada puede separarnos", dijo Xi a Ma en los primeros minutos de su encuentro. Su interlocutor coincidió en los muchos lazos que unen ambos territorios y le pidió seguir con un diálogo "que beneficie a ambas partes y reduzca la animosidad". Poco antes, y ante cientos de periodistas, se dieron una encajada de manos histórica, de más de un minuto y sonriendo para las cámaras.
Mientras que el discurso de Xi apeló más a los sentimientos compartidos, el de Ma fue eminentemente práctico. El presidente taiwanés presentó, ya en su primera intervención, varias propuestas para mejorar las relaciones con su vecino. Una de ellas se basa en que Pekín flexibilice su posición en cuanto al papel de Taiwán en varios organismos internacionales, que ha quedado marginado después de que la gran mayoría de países del mundo hayan reconocido a la China comunista como interlocutor. Xi se comprometió a buscar fórmulas para atender esta demanda y ofreció a Taiwán unirse en el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (BAII), el nuevo prestamista multilateral dominado por el gigante asiático, y a ser partícipe del Fondo de la Ruta de la Seda.
Sin embargo, el presidente chino alertó a su homólogo taiwanés de la que es, en su opinión, "la mayor amenaza real a la paz y el desarrollo de las relaciones" entre los territorios: el independentismo. Ambos líderes defendieron el principio de 'una sola China', por el cual tanto China continental como Taiwán son partes inalienables de un solo país. Sin embargo, el Consenso del 1992 -un concepto con el que Taipei está mucho más cómodo y que Xi Jinping también mencionó hoy-, acepta esta circunstancia pero insiste en que ambas partes disienten en cuál de los dos Gobiernos es el legítimo para este Estado. El nuevo marco de relaciones pasaría de no reconocerse mutuamente a no negar la existencia de ambos gobiernos, pero de ninguna manera aceptaría las tesis independentistas. "Nuestra Constitución no lo permite", recordó Ma en la rueda de prensa.
Es un mensaje inequívoco hacia el Partido Democrático Progresista (PDP) taiwanés, proindependentista y gran favorito para ganar las elecciones del próximo enero. Durante los últimos siete años con el Kuomintang en el poder (la formación del actual presidente), la isla ha apostado por un acercamiento a Pekín que se ha traducido con la firma de 23 acuerdos, entre ellos el intercambio de estudiantes, de turistas y el aumento del comercio bilateral. Ma presumió este sábado de estos hitos, pero en Taiwán muchos ciudadanos ven tal aproximación como una amenaza. Ahora Pekín ve con estupor la posibilidad de que el PDP llegue al poder y de ahí que Xi haya accedido a una reunión con Ma, algo que los anteriores presidentes chinos siempre se habían negado por no querer legitimar al Gobierno de la isla.
"Ante la inminente victoria de la oposición y el crecimiento del apoyo a la independencia, Xi ha adoptado una postura pragmática. Manteniendo como línea roja el Consenso del 1992, le ha otorgado a la República de China (nombre oficial de Taiwán) su reconocimiento tácito", asegura Lee Chih Horng, investigador del Instituto Longus de Singapur.
La reunión ha sido un despliegue excepcional de pragmatismo ante los retos diplomáticos para ambas partes. No podía darse la imagen de que China reconocía la soberanía de Taiwán, pero tampoco la de un Taipei subordinado a Pekín. Así, el encuentro se celebró en Singapur (territorio amigo para ambos gobiernos) y en su transcurso no hubo ni banderas ni otros símbolos de Estado. Ambos líderes se trataron de 'señor' y no de 'presidente', mientras que la cena que prosiguió al encuentro se pagó a medias. Tampoco se publicó ningún comunicado conjunto y, mientras que por la parte taiwanesa fue Ma quien salió a rendir cuentas ante los periodistas, Xi envió al director de la Oficina para Asuntos de Taiwán. "No existe en ninguna parte del mundo una situación como la que hay en el estrecho de Taiwán", resumía Ma.

lunes, 2 de noviembre de 2015

TURQUIA: TRIUNFO CONTUNDENTE DE ERDOGAN

El partido de Erdogan recupera la mayoría absoluta en Turquía

El islamista AKP logra cerca del 50% de los sufragios

La apelación al voto del miedo, el conflicto kurdo y la inestabilidad refuerzan al Gobierno

 Estambul DIARIO EL PAIS, MADRID,2 NOV 2015

Turquia - Retrato de Erdogan
El partido del presidente Recep Tayyip Erdogan le torció este domingo el brazo a los sondeos en Turquía para recuperar en las urnas la mayoría absoluta, con cerca del 50% de los votos, que había perdido cinco meses antes, cuando sumó un 40% de los sufragios. Para dar la sorpresa, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista y conservador) no ha vacilado en apelar al voto del miedo y agitar ante los ciudadanos la amenaza de la inestabilidad económica por el fracaso en la formación de un Ejecutivo de coalición tras los comicios de junio. La ruptura, en julio, del alto el fuego que mantenía desde hace dos años la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) también ha contribuido a reforzar entre los votantes la opción por un Gobierno fuerte.
El cabeza de lista del partido islamista, el jefe de Gobierno saliente y exministro de Asuntos Exteriores, Ahmet Davutoglu, llamó ya en la madrugada del lunes al resto de las fuerzas a pactar una nueva Constitución civil para sustituir a la heredada del golpe militar de 1980. Desde el balcón de la sede del AKP en Ankara, Davutuglu compareció sin Erdogan ante miles de simpatizantes para abogar por el fin de la polarización política en Turquía en un mensaje habitual de los líderes del partido tras una victoria electoral. 
Ni ellos mismos se lo esperaban. Los dirigentes del AKP consultados en la recta final de la campaña se mostraban partidarios de forjar una gran coalición con el Partido Republicano del Pueblo (CHP, laico y socialdemócrata), ya que veían muy lejana la posibilidad de superar el 47% de los votos que asigna la mayoría de 276 escaños en una Cámara de 550 diputados.
Los responsables del CHP de Kemal Kiliçdaroglu, que se vieron estancados en el 25% de los sufragios, descartaban anoche cualquier opción de pacto con el AKP, cuyo grupo parlamentario tendrá, con el 99% de las papeletas escrutadas, 316 diputados (49,4% de los votos)
El AKP ha contenido el avance de su principal rival laico pero también se ha hecho con buena parte de los votos de sectores religiosos del Partido de Acción Nacionalista (MHP, ultraderecha) que ha caído en apenas cinco meses del 16% al 12% de los votos.
Más dramático aún fue el recuento para los nacionalistas kurdos de Partido Democrático del Pueblo (HDP), que con el 10,7% de los sufragios a escala nacional, se mantuvo hasta el final en el filo de la navaja del umbral del 10%, por debajo del cual la vigente Constitución excluye la posibilidad de contar con representación parlamentaria.
El resurgir de la violencia del PKK ha pasado factura al partido de Selahattin Demirtas, el joven dirigente prokurdo que había intentado ampliar su base electoral entre sectores de la izquierda en Turquía identificados con Syriza, en Grecia, o Podemos, en España. El doble atentado suicida atribuido al Estado Islámico que causó 102 muertos el pasado 10 de octubre en Ankara también ha hecho tomar conciencia a muchos electores de la implicación de Turquía en la guerra en Siria, donde sus Fuerza Armadas han lanzado en los últimos meses bombardeos aéreos y de artillería contra posiciones yihadistas.
Los turcos parecieron escuchar este domingo la voz de Erdogan al depositar su voto en el distrito de Camilla, en la parte asiática de Estambul. “Es la opción que más beneficia a la estabilidad de la nación”, respondió el presidente turco al ser preguntado si esperaba la elección de un Gobierno con mayoría absoluta. La participación alcanzó el 85,8% del censo, prácticamente igual a la de los comicios del pasado junio, en una jornada electoral que se desarrolló sin apenas incidentes.
El presidente turco aspira a reformar la Constitución para que se otorguen poderes ejecutivos al jefe del Estado, según el modelo que rige en Francia desde 1958. En la actualidad sus funciones se ven limitadas a la moderación de la pugna entre los partidos y la promulgación de las leyes, con un relativo derecho de veto.
El AKP, sin embargo, no contará por ahora con la mayoría cualificada de 330 escaños (las tres quintas partes de la Gran Asamblea de Ankara) para poder someter directamente a referéndum de los ciudadanos la enmienda constitucional sobre la ampliación del poder del presidente.

Un país polarizado

El mapa electoral de Turquía mostraba anoche la polarización que divide a su sociedad en los últimos años de mandato del AKP, con una gran mancha naranja (el color del partido islamista de Erdogan) en la mayoría de las provincias turcas, incluidas Estambul y Ankara, y con porcentajes de voto de hasta el 75% en feudos como Konya.
Unas pocas circunscripciones en las costas del Egeo siguen siendo fieles a los principios laicos del CHP, con la ciudad de Esmirna a la cabeza, mientras la región del sureste de Anatolia se mantiene bajo el control abrumador del nacionalismo kurdo.
La deriva que adopte el partido de Erdogan mostrará en los próximos días si Turquía avanza hacia un proceso de reconciliación nacional mediante la elaboración por consenso de una nueva Constitución, o se dirige hacia un sultanato de facto bajo el mando de Erdogan, el líder que más poder ha acumulado en la historia reciente del país.
La represión de las protestas juveniles, como las del parque de Gezi de Estambul en 2013, el acoso a la prensa disidente y la creciente imposición de valores islámicos al conjunto de la sociedad hacen temer que Turquía seguirá aún años estancada a las puertas de la UE.