Las consultas del Grupo de Contacto fracasaron hoy en Minsk alejando aún más las tímidas esperanzas de la comunidad internacional sobre un arreglo pacífico del conflicto en el este ucraniano, donde los combates entre separatistas prorrusos y tropas de Kíev se han encrudecido drásticamente.

De nada sirvieron los llamamientos de los presidentes ruso, Vladímir Putin, y francés, François Hollande, y de la canciller alemana, Angela Merkel, de conceder prioridad -en el orden del día de las negociaciones- al alto el fuego en la zona de la denominada por Kiev "operación antiterrorista" en el este de Ucrania.

Durante una conversación telefónica, los tres líderes expresaron la esperanza de que "las cuestiones de un urgente alto el fuego y la retirada de armamento pesado ocupen un lugar prioritario en la agenda" de la reunión de hoy, según el Kremlin.

A juzgar por todo, las consultas, que no duraron mucho tiempo, ni siquiera han llegado hasta ese punto de la agenda, mientras que al término de las mismas las partes empezaron a acusarse mutuamente de haber frustrado el proceso negociador.

"Las consultas de hoy sobre el Plan de cumplimiento de los acuerdos de Minsk (...) fracasaron debido a la ausencia de los firmantes de los documentos de Minsk, Alexándr Zajárchenko e Ígor Plotnitski, así como por declaraciones en forma de ultimátum de sus representantes", afirmó el negociador de Kiev, Leonid Kuchma.

El ex presidente de Ucrania agregó que, en ausencia de los máximos líderes separatistas, sus negociadores Denís Pushilin y Vladislav Deinego se negaron a discutir el Plan de medidas para el cese el fuego inmediato y la retirada de armamento pesado.

Ambos líderes separatistas salieron de inmediato al paso de esas declaraciones y acusaron a Kuchma de haber sido el primero en frustrar el proceso negociador por su negativa a presentarse ayer a las conversaciones.

"Si Kuchma quiere acusarme a mí y a Zajárchenko, que se acuerde primero de que fue él quien estuvo ausente ayer y de que para que pueda participar en las negociaciones debe haber confirmación oficial de sus facultades", dijo Plotnitski.

Anteriormente, los negociadores separatistas dejaron claro que esperan "un documento oficial" que demuestre que el antiguo presidente ucraniano ha sido nombrado representante oficial de Kiev para estas negociaciones, que cuentan con la participación de Rusia y la OSCE.

Mientras, Kuchma condicionó de nuevo la participación de Kiev en las conversaciones de paz a la disposición de los separatistas a enviar a los anteriores firmantes del Memorando de Minsk, los propios líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.

Estos últimos, a su vez, se negaron aduciendo que no tomarán parte en las negociaciones de Minsk hasta que Kiev declare el alto el fuego en la línea de separación entre los insurgentes y las tropas gubernamentales en el este ucraniano.

Sea como sea, las escaramuzas no han cesado de hecho en ningún momento en las rebeldes regiones de Donetsk y Lugansk cobrándose nuevas víctimas y sembrando pánico entre la población civil desesperada.

Sólo en la ciudad de Debáltsevo, foco de mayor tensión entre las milicias prorrusas y las tropas de Kíev, doce civiles han muerto en el curso de las ultimas 24 horas.

El ministro de Defensa ucraniano, Stepán Poltorak, reconoció hoy que la plaza fuerte de Debáltsevo, ciudad estratégicamente importante de la región de Donetsk, está "parcialmente controlada" por los separatistas.

Anteriormente, el líder de los separatistas de Donetsk, Zajárchenko, informó de que sus combatientes habían cercado a las unidades ucranianas en Debáltsevo y que las tropas de Kíev trataban de romper el cerco.

Mientras, los secesionistas informaron de que otros trece civiles, la mayoría en las ciudades de Donetsk y Yasinovítaya, han muerto en las últimas 24 horas.

Por otro lado, las autoridades en Kíev informaron de que 15 efectivos de sus Fuerzas Armadas murieron y otros 30 resultaron heridos en las últimas 24 horas en combates con los insurgentes.