La eurozona prorrogará el rescate griego por las diferencias con Atenas
El titular europeo de Economía y Finanzas matiza que la decisión no se tomará este lunes
IGNACIO FARIZA Bruselas EL DIARIO, MADRID8 DIC 2014
Los ministros de Economía del euro discuten este lunes una “prórroga técnica” del rescate griego tras el fracaso de las negociaciones con el Gobierno de Antonis Samarás para desbloquear el último tramo del programa, valorado en 1.800 millones de euros. Bruselas exigía a Atenas nuevos ajustes que el Gobierno heleno no ha incluido en sus presupuestos del año próximo, aprobados este domingo en el Parlamento griego con el único apoyo de conservadores y socialdemócratas. Las cuentas públicas de 2015, tan restrictivas como las del año que termina, han cosechado las críticas tanto de sus acreedores de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) —que cuantifica el desfase presupuestario en cerca de 3.000 millones— como de la ciudadanía griega —que sigue su lucha contra unas cuentas que tacha de "antisociales" y que retomó el domingo las protestas en el centro de Atenas—.
Ante la falta de sintonía con el Gobierno heleno, el Eurogrupo dará este lunes los últimos pasos para otorgar luz verde a la extensión del rescate que expira en diciembre y así ganar tiempo para la negociación con Atenas. "No habrá decisiones hoy sobre la extensión del programa griego, pero sí espero que se den pasos adelante", ha afirmado el titular europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, a su llegada a la reunión de los 18 ministros de la zona euro.
Pese a la rotundidad del comisario francés en la Comisión, fuentes del Eurogrupo dan por seguro que este tema ocupará un lugar destacado y adelantan algunos detalles sobre la extensión del rescate griego, que puede ser de un mes o de hasta medio año. Atenas pretende que esta prórroga técnica no se extienda en el tiempo (no más allá de finales de enero) para permitir al centroderecha de Nueva Democracia y al centroizquierda del Pasok llegar a las elecciones generales (previstas para el primer semestre de 2015) con el rescate concluido y con la línea de crédito preventiva —una suerte de red de seguridad financiera para Grecia— ya aprobada.
“La troika nos pide nuevas medidas de ajuste y las hemos rechazado”, aseguró el domingo Samarás en un discurso que tiene algo de tacticismo para exhibir una posición de fuerza ante sus prestamistas y mucho de declaración preelectoral de intenciones. Las diferencias entre el Ejecutivo heleno y la oposición, liderada por Syriza, trascienden de las cuentas públicas y alcanzan a la fecha de las elecciones. Mientras el líder de la formación de izquierdas, Alexis Tsipras, pide un adelanto “inmediato” de los comicios que justifica en el calvario económico griego —desde 2008 se ha dejado por el camino la cuarta parte del PIB y su deuda pública se acerca peligrosamente al 180%, la más alta de la UE—, Samarás se resiste a convocar unas elecciones que tilda de “catastróficas” para los intereses del país.
Los analistas apuntan a marzo como fecha probable de los comicios y las encuestas otorgan a Syriza grandes opciones de alzarse con el Gobierno. Pese a que esta opción dispara todas las alarmas en Bruselas y podría ser un aliciente para abrir la mano con Atenas y cerrar un acuerdo sobre el final del rescate lo antes posible, el Eurogrupo, al menos de puertas afuera, no contempla un escenario de cambio de Gobierno a corto plazo. “No hablamos de política interior. Dialogamos con Gobiernos y no con partidos”, responden fuentes europeas a la pregunta de si ya han mantenido contactos con Syriza.
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